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Programa

Antecedentes

Los antecedentes del programa “Yo si Puedo” están en los trabajos desarrollados por la Doctora en Ciencias Pedagógicas Leonela Relys Díaz, junto a otros educadores cubanos en la República de Haití, quienes desarrollaron una campaña de alfabetización por radio. El programa nació el 28 de marzo de 2001, cuando el gobierno de Cuba le encomienda la labor a Leonela de crear una cartilla de alfabetización, de no más de cinco páginas que combinara las letras y los números. Esta encomienda se cumplió en un mes y de inmediato se inició el diseño de la estrategia televisiva. Para el año 2002 ya se ultimaban las cartillas y los guiones de las clases televisadas. El programa se concibió con un carácter internacionalista, especialmente latinoamericanista, preparado para ser adaptado a diferentes realidades sociales y lenguas.
Este programa se desarrolla a través de un método de enseñanza compuesto, en el que se utilizan los números para facilitar el proceso de aprendizaje de la lecto-escritura; se asocian los números con las letras y se parte de lo conocido para alcanzar lo desconocido. Tiene como objetivo fundamental la inserción activa de los participantes en el quehacer social, económico y político de la comunidad del país donde viven. Además de recursos audiovisuales, se utiliza un facilitador quien se encarga de trasmitir los conocimientos y es el vínculo entre la clase audiovisual y el participante. Desempeña además una función imprescindible en lo referente al trabajo con la parte afectiva del iletrado y el control en su proceso de aprendizaje.
Está dirigido a aquellas personas mayores de 15 años que nunca concurrieron a la escuela o que tan sólo cursaron algunos años y que se han olvidado de lo que aprendieron. Se encuentra regido por un principio identificado con el método: “Yo si puedo”. Este persigue una Alfabetización concientizada y transformadora, además de educadora.
Consta de tres etapas: adiestramiento, enseñanza de la lecto-escritura y consolidación, siguiendo tres hitos importantes: escuchar y ver, oído y ojos; escuchar y leer, oído y libro; así como, escuchar y escribir, oído y lápiz. El módulo docente lo integran la cartilla, el manual y 17 videos que incluyen las 65 clases. El tiempo de duración de la acción educativa es variable ya que el método es muy flexible. Desde un máximo de tres meses hasta siete semanas, en forma intensiva. Existen experiencias de realizarlo en un mes de forma muy intensiva, con personas dedicadas exclusivamente a recibir el programa. El programa existe además en Sistema Braille, para sordos y personas con problemas intelectuales leves.
Los resultados de este programa han sido altamente positivos y se le describe como un método económico, muy flexible, sin exclusiones de ningún tipo y con capacidad para ser adaptado a cualquier país o comunidad. Hasta la actualidad se han alfabetizado alrededor de 5 millones de personas adultas, por el esfuerzo de 28 países en el mundo, destacándose las campañas desarrolladas en Venezuela, Bolivia, México, Argentina, Ecuador, Perú, Honduras, Nicaragua, República Dominicana, Granada, Brasil, Nueva Zelanda, Mozambique, Guinea Bissau, Colombia, El Salvador, Uruguay, Guatemala y Sant Kitts y Nevis.

El método 

El programa “Yo si Puedo” divide la acción formativa en tres estadios diferentes: adiestramiento; enseñanza de lectura y escritura; y consolidación. El diagnóstico pedagógico de las personas iletradas; así como el conocimiento amplio de su idiosincrasia, constituyen elementos indispensables para el éxito del programa. A través del diagnóstico pedagógico se puede conocer los niveles de conocimiento de los alumnos, los que pueden clasificarse en tres niveles, a saber:
  • Iletrados Puros, que no han tenido ninguna relación con la enseñanza, no han ido nunca a la escuela.
  • Semi-iletrados, han ido a la escuela o saben escribir alguna letra o palabra, o han olvidado lo aprendido por no hacer uso de ello.
  • Iletrados Especiales, son personas con necesidades educativas especiales, por lo que se debe tomar en cuenta las limitaciones físicas que presentan.
El programa tiene una etapa previa de preparación y adecuación al lugar donde se va a ejecutar. Hay que adaptarlo a la realidad e idiosincrasia de la propia sociedad que va a recibir el beneficio. Esto se hace junto con la organización que lo vaya a ejecutar en el lugar concreto. El módulo docente lo constituye la cartilla; y 17 videos que incluyen las 65 clases.

Las etapas 

Las etapas formativas son tres y tienen duración diferente. De las 65 clases que completan el método, 10 se dedican a la primera etapa de adiestramiento, 42 a la etapa principal de aprendizaje de la lectura y escritura, y 13 a la de consolidación.
En la etapa de adiestramiento se realiza una preparación del alumno para su posterior implicación en el aprendizaje de la lectura y la escritura. Para ello se emplean 10 clases estructuradas en dos bloques, el primero de ellos es de cinco clases. El primero está destinado al desarrollo de la expresión oral y de las habilidades psicomotrices, así como el asegurar la representación gráfica de los números del 0 al 30 (los números suelen ser conocidos por la mayoría de los alumnos). El segundo bloque se encarga del estudio de las vocales.
El aprendizaje de la lectura y escritura, se constituye en la principal etapa, pues en ella el alumno aprende a leer y a escribir. Consta de 42 clases, donde las primeras 23 están destinadas al aprendizaje de las letras y fonemas; para ello se dedica cada día a una letra o fonema concreto, quedando resuelto el mismo en esa jornada.
Las otras 19 clases se destinan a las dificultades particulares que presenta el idioma en el castellano o español, se dedica a las combinaciones especiales como el uso de la “rr”, la “ll” o la “ch” o los sonidos de la “ce”, “ci”, o la “güe” “güi”. Los ejercicios utilizados son la relación de un número conocido con una letra desconocida. El reconocimiento de una figura sencilla y su relación con la palabra objeto de estudio. La presentación de una idea u oración, en la cual hay que determinar la palabra clave que luego hay que dividir en sílabas, para realizar al final la producción de nuevas palabras e ideas.
La etapa de consolidación se destina a fijar los conocimientos adquiridos en la etapa anterior. También sirve para evaluar la consecución de los objetivos perseguidos. Se utilizan 13 clases de las cuales, dos son finales de redacción. Las dificultades de la grafía se resuelven y consolidan utilizando un sistema lúdico, como si fuera un juego. Identificación de imágenes y escritura de su nombre. Se desarrolla una escritura y una lectura inteligente, aún a nivel elemental, construyendo frases que tengan sentido lógico.

El encuentro presencial 

En la planificación de las clases presenciales se dedican los cinco primeros minutos de ella a interesarse por las actividades diarias de los alumnos, por las dificultades que encuentran en el aprendizaje y controlar la asistencia, además de motivarles. Una vez pasado este tiempo se divide la clase en dos períodos de 30 minutos, con 15 de intercambio activo y un descanso de 10. En los primeros 30 minutos se ve un vídeo que se comenta durante los siguientes 15 minutos, luego se hace un receso de 10 minutos y se continúa con una clase de 30 minutos y un nuevo periodo de análisis e intercambio de 15 minutos.
En ocasiones se puede completar las clases los sábados y domingos para realizar repasos y consolidar los conocimientos adquiridos. Es importante que estas sesiones estén acordadas con los asistentes. No se debe avanzar si lo que se ha aprendido no está debidamente consolidado. El facilitador (profesor) debe preparar la clase con antelación, relacionando la clase presencial con la del vídeo.

El módulo docente 

Está constituido por la cartilla y los videos. Los videos se utilizan en los primeros 30 minutos de la clase, mientras que la cartilla, en los últimos. La cartilla, que junto al material grabado es la base del método, presenta un mismo formato en todas sus páginas. La línea directriz que sigue está sustentada en el vínculo de lo conocido, los números, con lo desconocido, las letras. Para ello se asocia a cada letra con un número y cada una de ellas constituye una clase.
La última parte de la cartilla está destinada a las combinaciones trilíteras, de tres letras o más, que requieren un tratamiento particular. Los espacios señalados con un lápiz están destinados a ser rellenados por los alumnos pero, a menudo, hace falta ampliarlos con espacio auxiliar. En el centro de la cartilla hay un espacio destinado a resumir letras o fonemas estudiados para que sirvan de ayuda al estudiante en la ejecución de los ejercicios propuestos.
La asociación entre números y letras que se ha realizado es la siguiente:
  • a se ha asociado con el número 1.
  • e se ha asociado con el número 2.
  • i se ha asociado con el número 3.
  • o se ha asociado con el número 4.
  • u se ha asociado con el número 5.
  • l se ha asociado con el número 6.
  • r (suave y fuerte) se ha asociado con el número 7.
  • f se ha asociado con el número 8.
  • m se ha asociado con el número 9.
  • c se ha asociado con el número 10.
  • p se ha asociado con el número 11.
  • t se ha asociado con el número 12.
  • v se ha asociado con el número 13.
  • s se ha asociado con el número 14.
  • n se ha asociado con el número 15.
  • rr (por una cuestión metodológica), se ha asociado con el número 16.
  • q se ha asociado con el número 17.
  • y se ha asociado con el número 18.
  • d se ha asociado con el número 19.
  • b se ha asociado con el número 20.
  • h se ha asociado con el número 21.
  • ñ se ha asociado con el número 22.
  • ch se ha asociado con el número 23.
  • j se ha asociado con el número 24.
  • x se ha asociado con el número 25.
  • ll se ha asociado con el número 26.
  • z se ha asociado con el número 27.
  • g se ha asociado con el número 28.
  • k se ha asociado con el número 29.
  • w se ha asociado con el número 30
Al concluir el programa, se le ofrece a los alumnos un mes de perfeccionamiento en la lecto-escritura, ya sin soporte audiovisual.
Existe otro programa que complementa a "Yo, sí puedo" y permite al alfabetizado llegar a completar los estudios de primaria, este es el Programa Yo, sí puedo seguir.

Reconocimientos al Programa 

Ha obtenido resultados satisfactorios y en las cifras más actualizadas, existen alrededor de 5 millones de personas alfabetizadas, por los esfuerzos realizados por 28 países en el mundo.
En el Informe sobre el estudio presentado en la UNESCO en la 175ª reunión su Consejo Ejecutivo EX, se expresó:
“…de que el “Yo sí puedo es de hecho, algo más que un mero método de alfabetización. Sería más adecuado considerarlo como un modelo de alfabetización que no solo se reduce a una serie de procesos, materiales, estrategias, etc. sino que engloba de forma explícita e implícita el enfoque conceptual de la alfabetización , el aprendizaje, las competencias para la vida diaria y la movilización social, e implica la participación de toda una serie de protagonistas con funciones diversas, que van desde los beneficiarios de la alfabetización hasta otras personas interesadas, por ejemplo organismos estatales y otras identidades.” 19, 175 EX/9.
El Programa “Yo Sí Puedo” ha sido utilizado con éxito en casi una treintena de naciones, entre ellas Venezuela y Bolivia, declaradas libres de ese flagelo en el 2005 y en 2008, respectivamente, con la asesoría de Cuba, que de manera solidaria trasmite su experiencia en la educación a varios países.
Entre los países que lo utilizan se encuentran Argentina, Venezuela, México, Ecuador, Bolivia, Nicaragua y Colombia. Con la aplicación de este sistema de enseñanza se podría alfabetizar a una persona en 7 semanas y se lograría erradicar este mal de la tierra con solo la tercera parte del fondo de la UNESCO para estos fines. En muchos países ha sido llevado a acabo por organizaciones religiosas y ONG's.
En Venezuela, donde había voluntad política y financiera y una participación activa e ilusionada de los beneficiados, se logró alfabetizar a un millón de personas en cinco meses y 27 días en las 34 lenguas y etnias que existen en el país. Con ello se declaró a Venezuela territorio libre de analfabetismo e incentivó a la continuación de los estudios a todos los que lo desearan. Se da la circunstancia que hay personas de más de 100 años de edad que han sido alfabetizadas con este método. Una de ellas declaró:
“He tenido que esperar 102 años para escribir mi nombre. Ahora me puedo morir tranquila”.
En México se ha utilizado, con buenos resultados, en los estados de Michoacán, Oaxaca, Veracruz y Nayarit. En este caso las grabaciones están realizadas por actores mexicanos e incluyen variaciones propias del español hablado en el país.
En África se utiliza en Nigeria, Guinea-Bissau, Mozambique, Angola y Sudáfrica. Para ello se realizan las modificaciones precisas para adaptarlo a las lenguas de los países que lo van a autorizar así como a sus condiciones históricas, geográficas y sociales.
También se está utilizando en Nueva Zelanda y en la ciudad de Sevilla como primera experiencia del programa en Europa , donde se estima la existencia de al menos 35.000 analfabetos.
Este programa recibió el Premio Alfabetización 2006 Rey Sejong de la UNESCO, otorgado al IPLAC (Instituto Pedagógico Latinoamericano y del Caribe de Cuba) por la promoción del sistema de alfabetización tan exitosamente aplicado en los países mencionados anteriormente.

FUENTE: ECURED.CU

 

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